Me llamo Sara Gómez y en realidad soy de Segovia, no de Madrid, pero he venido aquí para estudiar el doble grado en Educación Primaria y Pedagogía. Al principio, en bachiller estaba muy perdida con qué carrera elegir, y cuando veía que casi todos mis compañeros ya tenían las ideas claras y sabían perfectamente lo que querían estudiar, yo me agobiaba mucho más. Sin embargo, una vez hice la EBAU, estuve investigando qué carreras hacer y aunque lo único que sabía era que me quería ir de Segovia, no porque no me guste sino porque prefería estudiar fuera, me puse a buscar alguna carrera que me llamase la atención. Mi madre es maestra, por lo que fue una persona clave a la hora de decidir qué hacer con mi vida. Cuando encontré el doble grado de Primaria y Pedagogía pensé que sería una carrera que me encantaría ya que combina la enseñanza con el mundo de la pedagogía, espero no haberme confundido con mi elección.
Desde infantil, he estudiado en el colegio en el que trabaja mi madre. Es un centro bilingüe en francés en el que empiezas con el idioma nada más entrar con 3 años. Después de acabar primaria y entrar a la ESO, seguí con el programa bilingüe del instituto, e hice el Bachibac bilingüe en francés, así que tengo tanto el diploma de bachillerato español como el francés. Gracias a eso, mejoré mucho mi pronunciación y aprendí un montón sobre la cultura. Tengo familia en Francia y Alemania, aunque solo los veo unas pocas veces al año. Y, curiosamente, a pesar de tener parientes alemanes, no hablo nada de alemán.
En mi tiempo libre, me encanta leer, escuchar música y estar con mi familia y amigos. También disfruto mucho haciendo fotos, de hecho, siempre soy la que está detrás de la cámara, así que casi nunca salgo en ellas. Otra de mis grandes pasiones es viajar, y mi sueño es recorrer tantos países como pueda junto a las personas que más quiero.
Desde que entré en la carrera he estado pensando en qué momento me decanté verdaderamente por estudiar este doble grado, y aunque al principio no tuviera muy claro lo que estudiar, siempre tuve claro que el camino más afín a mí era el de la educación. Como ya he dicho antes, mi madre me inspiró para elegir esta carrera; desde que era pequeña, la he visto entrar al aula con la dedicación de quien entiende que enseñar es mucho más que un trabajo, ella lo ve como un acto de amor y compromiso. Gracias a ella aprendí que ser maestra no es solo transmitir conocimiento, sino también construir confianza, sembrar valores y creer en el potencial de cada persona.
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